miércoles, 12 de mayo de 2010
Harold Shipman: adicto a matar
Muere el mayor asesino en serie de la historia moderna

Esther. Harold Shipman, el asesino en serie más prolífico de la historia moderna, apareció muerto el 13 de enero de 2004 en su celda de la prisión británica de Wakelfield. Aparentemente, Shipman se suicidó colgándose de los barrotes de su celda con las sábanas de la cama. Está previsto que la investigación para esclarecer las causas de su muerte dure dos meses.

Este tío tan majo se cargó a 218
El Doctor Muerte, por excelencia, nos deja sin saber exactamente a cuántas personas ha asesinado. Un informe oficial de Gobierno Británico señaló en 2002 a un mínimo de 215 víctimas (171 mujeres y 44 hombres, de entre 41 y 93 años) y la probabilidad de que esta cifra se elevara a 260. Se estudiaron más de 500 muertes en las que se sospechaba que el médico podía haber tenido alguna relación. En enero de 2005, la autora del informe elevó el número de víctimas probadas a 218, añadiendo tres hombres a la lista, y afirmó estar convencida de que el médico había matado a 250 pacientes.
Nunca reconoció sus crímenes ni mostró arrepentimiento o remordimiento. Los psiquiatras que le examinaron llegaron a la conclusión de que nunca hablaría de sus crímenes porque era incapaz de reconocerse a sí mismo su culpabilidad.
Nadie sabe por qué un afable médico de familia, felizmente casado y con cuatro hijos, mató a centenares de pacientes. Janet Smith, autora del informe oficial sobre los asesinatos, señaló que posiblemente Shipman era "adicto a matar". Smith añadió que "hay evidencias de que tiene una personalidad adictiva, y es posible que matar fuera una forma de adicción".

Shipman no ganaba nada con los asesinatos, más bien perdía clientela. En alguna ocasión pidió a los familiares que le regalaran objetos personales del fallecido: una máquina de coser, un mueble, un periquito... Hasta que en 1998 cometió su único error al intentar falsificar -torpemente- el testamento de Kathleen Grundy, una paciente a la que había asesinado, que poseía una fortuna de 386.000 libras esterlinas (unos 579.000 euros). La policía inició una investigación por este hecho que culminó con su detención.

El médico adorable
Shipman era un hombre de pocos amigos que podía volverse agresivo, pero la mayoría de sus pacientes lo adoraban. Le describían como una persona muy amable, sobre todo con los ancianos, ante los que se mostraba como un amigo verdadero a la par que médico. A muchos incluso les gustaba su manera de llamar a las cosas por su nombre. Cuando Stephen Dickson le preguntó a Shipman el 28 de febrero sobre la esperanza de vida de su suegro, que padecía cáncer, el doctor le contestó: "yo no le compraría ningún huevo de Pascua". Él mismo se ocuparía cuatro días después de materializar su previsión. Sus víctimas eran pacientes con dolencias leves que le caían mal, enfermos crónicos y enfermos terminales.

La mayoría de los compañeros de trabajo lo consideraban como un médico en el que se podía confiar, adorable, entregado al cuidado de los pacientes, siempre disponible, trabajador y competente; pero para algunos colegas era también un poco extraño, siniestro y arrogante (sobre todo con los superiores).
Según sus compañeros, el único servicio que se le daba mal era ginecología y obstetricia (área en la que estuvo trabajando unos meses durante el período de residencia). Era demasiado bruto y tosco en los partos, y un médico le llegó a prohibir que volviera a tratar a su mujer (que estaba ingresada en el hospital). Se cree que empezó a consumir morfina en esta época porque la droga se utilizaba frecuentemente para aliviar el dolor de los partos y en este área era más fácil conseguirla.


Certificados de defunción
El número de crímenes por año fue aumentando paulatinamente. En 1997 batió su récord criminal con 37 asesinatos, según el citado informe oficial. El propio Shipman extendió los certificados de defunción de todas sus víctimas, salvo en tres ocasiones. La mayoría de los pacientes fueron incinerados, para lo cual un segundo médico tenía que confirmar los certificados de defunción. Para ello debía ver el cadáver y estudiar cuidadosamente las circunstancias de la muerte, pero la mayoría se limitaban a confirmar desde su consulta los certificados de sus colegas.
En determinadas circunstancias, como que un paciente falleciera en menos de 24 horas tras su ingreso en un hospital, el médico tenía la obligación de informar al forense, pero a Shipman le daban igual las normas y no informaba a nadie
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Indemnización millonaria
Shipman se casó con Pimrose en 1965
Hasta el pasado 18 de junio el Doctor Muerte estaba bajo vigilancia especial para evitar que se suicidara. Se trata de una medida habitual entre los reos británicos que están condenados a cadena perpetua. No había mostrado ninguna tendencia suicida, aunque en una ocasión, según The Times, habló sobre la posibilidad de suicidarse para que su esposa cobrara una indemnización. Tras la muerte de Shipman, a los 57 años, su mujer recibirá 100.000 libras esterlinas (unos 150.000 euros), libres de impuestos, y una pensión vitalicia de 10.000 libras esterlinas (unos 15.000 euros) al año. Si el Doctor Muerte hubiera fallecido tras cumplir 60 años, su esposa sólo habría recibido 5.000 libras (unos 7.500 euros) anuales.
Los familiares de las víctimas han mostrado su desacuerdo con esta compensación económica. Cuando encarcelaron a Shipman les dijeron que había perdido su jubilación. ¿Tiene derecho un médico que asesina a sus pacientes a cobrar una pensión por su trabajo? ¿Y su viuda?
Su muerte ha dividido a la opinión británica. Por un lado están los que piensan que debían haber evitado que se suicidara para que cumpliera su castigo y, por otro, los que se alegran de su muerte por el dinero que ahorra a los contribuyentes que ya no tienen que costear su estancia de por vida en la cárcel.


Datos Biográficos de Harold Shipman
1946. Nace en Nottingham el 14 de enero.
1963. Muere su madre, a los 43 años, de cáncer de pulmón. Durante sus últimos días le administraban grandes dosis de morfina para paliar el dolor.
El Doctor Muerte en 1961
1965. Empieza a estudiar medicina en la Universidad de Leeds y a salir con Pimrose Oxtoby, la hija de un granjero. Se queda embarazada y se casan durante su primer año de facultad.
1970. Termina la carrera y obtiene el título de licenciado en Medicina y Cirugía. Trabaja como médico residente en el Pontefract General Infirmary de West Yorkshire.
1971. Acaba el periodo de residencia y se colegia. Sigue trabajando en el mismo hospital, donde pasa por los servicios de medicina interna, pediatría y ginecología y obstetricia. Empieza a matar.
1974. Trabaja como médico de familia asociado en Todmorden, Lancashire. Le ponen una multa de 600 libras esterlinas por recetar morfina a nombre de pacientes y utilizar la droga para su propio consumo.
1975. Le despiden. Ingresa en un hospital de York especializado en el tratamiento de adicciones y enfermedades mentales. Trabaja para los servicios sanitarios de Durham.
1977. Trabaja como médico de familia titular de la clínica Donneybrook House en Hyde (Manchester).
1992. Abre su propia consulta como médico de familia en Hyde, donde atiende a unos 3000 pacientes.
1998. La policía británica le arresta como sospechoso del asesinato de Kathleen Grundy.
2000. Shipman es condenado a cadena perpetua por asesinar a 15 de sus pacientes. El juez que le sentencia recomienda que nunca sea liberado.
2002. Un informe oficial revela que Shipman ha matado, como mínimo, a 215 pacientes y probablemente a muchos más. Eran 171 mujeres y 44 hombres, de entre 41 y 93 años, a los que inyectó morfina.
13 enero 2004. Shipman aparece ahorcado en su celda de la prisión de Wakefield, a los 57 años.
Enero 2005. El sexto y último informe oficial sobre los crímenes del médico de familia dice que Shipman ha matado como mínimo a 218 paciente (añade tres hombres a la lista, que fallecieron antes de que se estableciera como médico de familia). Janet Smith, la autora del informe, cree que probablemente mató a 250 pacientes, pero en algunos casos no hay pruebas concluyentes.

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